¿Cómo estás? Hoy vengo a contarte que viajar a Islandia no sólo es fotografiar impresionantes paisajes. En las localizaciones más visitadas o conocidas, a veces tenemos que lidiar con el turismo, ya que forma parte de la escena.
En este viaje que he realizado tuvimos suerte con eso. En la mayoría estuvimos solos, o bien porque íbamos a la hora adecuada, o bien porque nos quedábamos más tiempo en las localizaciones que los turistas no fotógrafos.
Te cuento mi experiencia en un par de sitios donde hubo más cantidad de gente y tuve que optar por hacer otras cosas de las que tenía en mente.
Reynisfjara
Ésto ocurrió en la playa de Reynisfjara, una playa muy bonita pero muy peligrosa con unas impresionantes olas en la que los turistas se meten por todos lados y, a la que dedicaré una entrada para hablarte sobre ella.
Como te comentaba, esta playa es espectacular y tuve varias tomas en mente que me costaron llevar a cabo primero por el clima (hacía un viento terrible), y luego por las personas presentes en todos mis encuadres.
Por lo que decidí hacerlas partícipes en mis tomas.
Fantasmas
La foto que te muestro a continuación es un intento de fotografiar con filtros donde vemos un fantasma a la derecha, fruto de la larga exposición.

25 mm 3.2″ f/10 ISO 100 WB 8200
Robados
Como ves el momento de la salida del sol fue bestial y aproveché a jugar con las composiciones metiendo personas en mis encuadres. Ahí van dos «robados».


El chico solitario
Cuando pasó el momento del candilazo me dediqué a observar a mi alrededor, y cual fue mi sorpresa que vi a un chico inmóvil y solo, disfrutando del ir y venir de las olas.
Me trasmitía una paz acompañado a su vez de cierto aislamiento que no pude resistirme y lo utilicé de modelo para una toma vertical más cercana.

Y otra horizontal que reconozco que me encanta y me hace perderme en el horizonte.

¿No te parece genial?
Al comenzar el post te hablaba de que hubo dos sitios que estuvieron con más afluencia de gente, primero la playa, y el otro sitio fue Reikiavik, donde como capital de Islandia no podía ser de otra manera.
Reikiavik
En Reikiavik reconozco que apenas hice fotografías; primero porque llevaba tal subidón de tanto paisaje increíblemente espectacular, que en una ciudad no encontraba nada que me impactara, y segundo porque llegados a esa conclusión, decidí disfrutar y no buscar la foto que no iba a encontrar.Aún así capté tres momentos con los que estoy contenta. Este turista fotografiando el mar que va muy bien con el entorno por el color de su cazadora y mochila.

Una foto para el recuerdo….

Y cómo no, un momento selfie entre un grupo de adolescentes a los pies de la Catedral de la capital.

Una entrada algo diferente…poco de paisaje, poco de larga exposición pero como siempre digo: hay que adaptarse a lo que hay.
Hasta aquí mi entrada de hoy, espero que te haya gustado y que me lo cuentes en los comentarios. Un saludo, y nos vemos la semana que viene.
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