¿La adivinas? Como buen aficionado o aficionada a la fotografía estarás de acuerdo conmigo en que el otoño es nuestra estación.
Ese momento donde los árboles se tiñen de ocre, naranja y amarillo dejándonos contemplar unas estampas maravillosas….. Todo eso si vives en una zona donde ya ha empezado el otoño. Modo irónico activo 🙂
Sí sí como lo lees, el domingo me fui hacer fotos por un parque llenito de árboles y la estampa no era tan ideal como te he contado. Me llevé de todo, el angular (17-50), el mega angular (10-20), el 24 mm y la lens ball.
¿Qué ocurrió? Pues eso, que los colores que me esperaba no estaban; demasiados verdes aún, apenas había montonazos de hojas en el suelo……. y nada seguí mi lema de buscarse la vida cuando las cosas no son como esperas.
Hice algún plano general pero sabes eso de que ¿ves la foto y no te dice nada? Pues oye, no me hablaba nadie…ni las fotos en vertical, ni horizontal, ni diagonal… así que decidí tirarme al suelo.
Fotografiando detalles
Fotografiar detalles nunca falla, al menos a mí me funciona y cada vez me gusta más. Para ello utilicé el pancake 24mm que me permite enfocar a 16 cm del motivo y gracias a su 2.8 puedo crear desenfoques interesantes.

Tuve algún mini momento de sol que también aproveché.


Encontré un montón de hojas en un rincón un poco más generoso y otoñal (digo esto por el color más marrón) y opté por jugar con desenfoques exagerados por delante y por detrás del motivo principal.


Y como no, elegí algunas hojas para poder colocarlas como yo quería, que la verdad, con el viento que hacía fue un momento divertido a la vez que estresante jajaja


Aprovechando los colores
Paseando por el entorno localicé unos árboles con hojas aún muy amarillas, por demás diría yo, pero entonces volvió a salir el sol y el cielo se visitó de azul por un instante, y….. ¿qué ocurre con el amarillo y el azul? Pues claro, que son complementarios y funcionan a la perfección así que esta vez tocaba mirar para arriba.



Estos contraluces me vinieron genial para poder aumentar la velocidad de obturación, ya que con el vendaval que hacía era la única manera de congelar las hojas.
La idea que llevaba nada tiene que ver a lo que realmente salió de la sesión, pero con mi teoría de «búscate la vida, esto es lo que hay» y mi «y si…» pues me agaché, levanté disparé hacia arriba, al suelo…. probando y probando alguna foto me pude llevar a casa.
Espero que te haya gustado esta salida y que te hayas animado a no quedarte en casa y a seguir fotografiando sea lo que sea, el caso es crear y sobretodo disfrutar.
¡¡Te deseo una semana llena de clicks!!
hermosas fotos…
Muchas gracias Cristian. Un saludo!!
La dura vida del fotógrafo de paisajes, no siempre está todo como quisieras 😂😂😂😂. Pero como en tu caso, lo importante es tener recursos y no rendirse 😘😘
Claro! Por eso siempre acabo por los suelos jajaja. Y rendirme jamás. Un saludo Manu!!