Otra semana más por aquí, y hoy vengo para transportarte hasta Gullfoss, la primera cascada que visité en Islandia.
Un poquito de historia
Se encuentra en el llamado Círculo Dorado y su nombre significa cascada de oro. Unos dicen que se llama así porque cuando los rayos del Sol atraviesan el agua en suspensión se forma el arcoíris, y otros dicen que el nombre se debe a la luz dorada que que se refleja en el agua durante el atardecer.
También está la leyenda de que allí vivía un granjero que poseía una cantidad de oro importante, la cual guardó en un cofre y la lanzó a la cascada antes de morir, para evitar así que alguien se apoderara de su riqueza.
Da igual de donde venga ese nombre, lo que es una barbaridad es el sitio y aunque no pude ver nada dorado como dicen las leyendas, ya que nos salió un día de perros, lo que aluciné fue con la doble cascada con un total de 31 metros de altura.
En acción
El rato que pasamos allí fue una lucha constante en contra del viento, la lluvia… pero nada nos impidió realizar las fotografías. Tuvimos alguna cámara en el suelo sin muchas consecuencias y yo no paraba de darle al trapo para secar la lente.
Robado que nos hicieron en plena acción a parte del grupo. Ya ves que calor no hacía 😛

Ahora para que te metas en terreno te dejo un vídeo del primer encuadre.
Desde ahí realicé dos tomas.
La primera realizada a 20 mm con un encuadre para ver la especie de valle que crea la unión de las dos cascadas; con un diafragma cerrado a f/22 para poder alargar un poquito la exposición y así crear un efecto seda sin colocar los filtros, ya que con el viento y el agua iba a ser complicado.

Y para la segunda toma piqué un poquito la cámara para aprovechar la diagonal que marca la nieve en el primer plano y dejando menos cielo en el encuadre. Esta vez a 17 mm y con un efecto menos seda que la anterior.

Ahora vamos a por las tomas verticales. Había un arbolito seco que fue mi aliado para el siguiente encuadre. Dentro vídeo.
Primero una toma más general con cielo, cascada y niebla creada por el spray. Quería el agua con seda así que diafragma a 14 y con 0.3″ fue suficiente. Algunas ramas del árbol salen movidas por el viento.

Para la siguiente toma cerré el plano para centrarme en el arbolito. Esta toma me pedía más calidez en el balance de blancos que la anterior por la hierba seca del primer plano.

Un lugar impactante. Una pena no poder bajar para verla desde abajo ya que el acceso estaba cerrado por hielo.
Todo no se puede, así que para otro visita me lo apunto.
Y hasta aquí el post de esta semana. Espero que te haya gustado y mil gracias por seguir ahí.
Nos vemos la semana que viene.
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